miércoles, 9 de julio de 2014

Nuestra Señora de Chiquinquirá. Patrona de Colombia


Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá es una de las advocaciones con que se venera a la Virgen María en el catolicismo. Es la patrona y reina de Colombia, del Estado Zulia en Venezuela, y de la Ciudad de Caraz, en el departamento de Ancash en Perú.

En Colombia la imagen descansa en la Basílica de Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá, a donde acuden miles de peregrinos no solo el día de su fiesta patronal el 9 de julio sino todos los domingos, cuando se celebran las misas y procesiones. El 3 de julio de 1986 el Papa Juan Pablo II visitó el santuario y oró por la paz de Colombia a los pies de la Virgen María. El 9 de julio de 1999 el lienzo visitó por última vez la ciudad de Bogotá para presidir la oración por la paz. Se le conoce por el nombre de la ciudad de Chiquinquirá, donde tuvo lugar la primera de sus manifestaciones milagrosas, y donde reposa el lienzo original.

Una imagen de la Virgen de Chiquinquira de Venezuela descansa en la Basílica de Maracaibo. En esa ciudad, cada año, el 18 de noviembre, se celebra la tradicional "Feria de La Chinita" y se realizan misas y procesiones en honor a la Virgen.

La tradición nos cuenta que hace cuatro siglos don Antonio de Santana, encomendero de los pueblos de Suta y Chiquinquirá, solicitó al español Alonso de Narváez (h.1560) que pintara una imagen de la Virgen del Rosario, para colocarla en una pequeña capilla.

La pintura fue realizada sobre una tela de algodón de procedencia indígena, media 44 pulgadas de alto por 49 de ancho, Alonso de Narváez usó colores al temple, realizó una imagen de la Virgen del Rosario con el Niño Jesús, y a los lados puso al Apóstol San Andrés y a San Antonio de Padua.

El cuadro fue ubicado en la capilla que poseía don Antonio en sus aposentos de Suta, estuvo allí durante más de una década, pero la capilla tenía el techo de paja, lo que provoco que la humedad deteriorara la pintura hasta dejarla completamente borrosa.

Tras la muerte de Santana, su viuda, se trasladó a Chiquinquirá, hacia el año 1577-78. La imagen fue llevada a ese lugar, pero se encontraba en tan mal estado que fue abandonada en un cuarto, habitación que tiempo atrás había sido usada como oratorio.

Al comenzar el año 1586, se estableció en Chiquinquirá, una piadosa mujer, María Ramos, nacida en Sevilla (España), la señora reparó el viejo oratorio y colgó en el mejor lugar de la capilla, la deteriorada pintura de la Virgen del Rosario.

El día 26 de diciembre de 1586, María salía de la capilla, cuando pasó frente a ella una mujer indígena llamada Isabel y su pequeño hijo. En ese momento Isabel grito a María "mire, mire Señora..." Ella dirigió la mirada hacia la pintura, la imagen aparecía rodeada de vivos resplandores, prodigiosamente los colores y su brillo original habían reaparecido, los rasguños y agujeros de la tela habían desaparecido. Con tan maravilloso suceso se inició la devoción a Nuestra Señora de Chiquinquirá.

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